Disfruta en Cartagena la mejor aventura en bicicleta

Pasear el Centro Histórico en bicicleta es una mágica experiencia que como visitante no pude evitar, aunque reconozco que los primeros minutos de recorrido fueron destinados para la "acrobacia", porque mi época de ciclista pasó hace rato y me costó mucho mantener el equilibrio los 10 minutos iniciales.

En compañía de un grupo de amigos nos adentramos a la fascinante aventura de andar en bicicleta por La Fantástica. En el trayecto, españoles, japoneses e italianos se sumaron al grupo.

Partimos exactamente del Centro Comercial Getsemaní ubicado en el emblemático barrio que lleva el mismo nombre. Allí alquilamos las bicicletas -con todos los elementos de seguridad- para dos horas de recorrido. El único requisito fue cancelar primero y dejar un documento de identidad.

(Descubra el Radisson Cartagena Ocean Pavillion, el Hotel Boutique Anandá by Cosmos y el Hotel InterContinental Cartagena).

Iniciamos la aventura a las 5:00 p.m. en la Calle Larga. No antes de aprovisionarnos de agua y hielo picado, el mejor aliado para la aventura que apenas iniciaba.

La ruta, predeterminada en un simple papel, nos llevó hacia el Camellón de Los Mártires. La Panorámica de este lugar es fantástica: el Centro de Convenciones a la izquierda, el Parque Centenario a la derecha y como telón de fondo, La Torre del Reloj, puerta principal de la ciudad vieja.

De la Torre del Reloj bordeamos las murallas hasta la Plaza de La Aduana. La belleza y colorido de las edificaciones coloniales nos transportaron en el tiempo.

Entre más nos adentrábamos la panorámica se hacía más fascinante porque definitivamente esta ciudad es un preciado tesoro. Balcones florecidos, palomas, carros de raspa´o, mujeres negras vendiendo frutas tropicales y ataviadas con prendas coloridas, coches y sus caballos, faroles, muros coloniales, iglesias, laberintos, pasadizos secretos, calles estrechas, la arquitectura y sobre todo, gente afable y dispuesta a entablar una conversación o simplemente regalarnos una sonrisa, hicieron de nuestro ciclopaseo una experiencia inolvidable.

En esta ocasión en mi álbum quedaron plasmadas las imágenes de la Plaza de La Aduana, Plaza de La Proclamación¸ y por supuesto, el cordón amurallado, donde culminó nuestra ruta. De allí y casi sin energías regresamos pasadas las 7:00 de la noche a nuestro punto de partida. A esa hora un grupo de más de 20 personas emprendían la ruta hacia la Boquilla y otro a Bocagrande.