La
Torre del Reloj es una emblemática construcción de 30 metros de altura que se levanta entre las plazas de
Los Coches y de La Paz.
Este bello monumento, considerado
uno de los cinco relojes públicos más hermosos del mundo, guarda en sí mismo la historia de una ciudad que alguna vez estuvo protegida por sus puertas. Construida sobre un lienzo de muralla, la Torre del Reloj de Cartagena es uno de los pasos obligados para conocer el
Centro Histórico de la ciudad.
Sus primeros cimientos fueron puestos en 1601, cuando fue llamada
La Puerta del Puente, por el viaducto de madera que comunicaba la isla de Getsemaní con el Centro, entonces conocido como Calamarí. Fue así como se convirtió en la puerta principal de la ciudad desde 1631, cuando se concluyó el cerco amurallado.
Años más tarde fue parcialmente destruida por el barón de Pointis, y en 1704 fue reparada por el ingeniero Juan Herrera y Sotomayor, quien le agregó la portada barroca y las cuatro columnas toscanas que la adornan, adicionándole además, dos bóvedas laterales a prueba de bombas para el almacenamiento de víveres y municiones.
El primer reloj que ostentó la torre fue traído desde Estados Unidos en 1874. 63 años después, en su lugar fue colocado el reloj actual importado de suiza, siendo el norteamericano trasladado al templo del barrio Torices.
Las bóvedas laterales, selladas en un principio, fueron abiertas en su totalidad a principios del siglo pasado, cuando se abrió la puerta izquierda.
En el año de 1888, por orden de la municipalidad, se le realizó una nueva restauración a la torre. Esta labor estuvo a cargo del arquitecto Luis Felipe Jaspe Franco, quien cambió la estructura cuadrada, la cual sólo contaba con dos caras del reloj, por un diseño octagonal, que presenta cuatro caras de reloj, cambiando visiblemente de un estilo barroco a un estilo gótico. El conjunto arquitectónico utilizó como base el cuerpo fabricado por Herrera, logrando en total una altura de 30 metros.
La próxima vez que pases por la Torre del Reloj, detente un minuto y contempla sus manecillas. No es una simple hora lo que ves, son pedacitos de la historia de esta ciudad, que guardó en cada rincón una leyenda para burlar el olvido.
Entre las
plazas de La Paz y de Los Coches, que antiguamente era el mercado de esclavos.
Antes: Puerta del Puente, Boca del Puente, Puerta del Reloj.
Hoy: Torre del Reloj.