Tuarisba en Cartagena: naturaleza e historia

Cuando me invitaron a realizar un recorrido de ecoturismo en Barú, lo primero que vino a mi mente fueron las imágenes de Playa Blanca, atiborrada de turistas y vendedores. Luego, cuando me explicaron que la experiencia sería en un lugar poco conocido, como lo es la vereda de Ararca, a escasos 40 minutos del Centro Histórico, me animé mucho más.

También puede leer: Cartagena ecoturística: los encantos naturales de la Ciénaga de la VirgenY es que este destino no sólo ofrece la oportunidad de apreciar la inmensa y rica biodiversidad de la zona, sino que además permite conocer sobre las tradiciones ancestrales de esta amable y cálida comunidad, mientras recorremos senderos ecológicos a bordo de canoas de pescadores llenos de hermosos parajes, dentro de los cuales se incluyen las ruinas de un impresionante horno de piedras de cal de la época de la colonia y la acogedora Playa Coquitos, espacio ideal para relajarse y disfrutar lejos del bullicio de la zona turística tradicional.

De la mano de Tuarisba, Corporación Social y Turística de la Isla de Barú, un proyecto de ecoturismo sostenible conformado por jóvenes, en su mayoría mujeres, convencidos de que la realidad social, económica y ambiental de su comunidad se puede transformar a través de estas experiencias, nos embarcamos en esta aventura que ellos han denominado “Ararca, naturaleza e historia”.Fuimos recibidos por una extraordinaria muestra cultural que incluía ritmos y bailes típicos, artesanías y diversas delicias gastronómicas con las que pudimos desayunar y degustar frescas frutas tropicales y las recetas clásicas de la región. Luego de un rato lleno de mucho sabor, color y alegría, nos dirigimos hacia las embarcaciones para emprender nuestra travesía por los bellos canales de mangle, a través de los cuales se puede apreciar la inmensa magnitud de los tesoros naturales de la zona, así como los mitos e historias que allí se albergan.

Nos desplazamos de manera tranquila por el sendero ecológico “Tucu-Tucu”, un trayecto en el que nos pudimos conectar con la historia, tradiciones y mitos de los ancestros africanos. Aún en este lugar se puede escuchar el retumbe de los tambores (razón por la cual este canal de agua recibe el nombre de Tucu-Tucu, haciendo alusión al sonido instrumental), los cuales alimentaban el mito de que varias brujas habitaban y hacían rituales en esta área. A lo largo del recorrido pudimos maravillarnos con diversas especies animales, especialmente aves, cangrejos, higuanas y mapaches, así como por la increíble diversidad de mangle que allí reposa y que hacen de este lugar una extraordinaria incubadora de vida para el planeta.Antes de llegar a Playa Coquitos, un increíble lugar que, además de poseer una hermosa playa virgen, cuenta con las ruinas de un impresionante horno de piedras de cal de la época de la colonia, conocimos algunos puntos de interés en la ciénaga en los que en la antigüedad se realizaban intercambios comerciales, así como espacios llenos de relatos que alimentan la tradición oral, tales como el “Túnel del Amor”, donde se cuenta que los pescadores tenían encuentros clandestinos con sus enamoradas.

Tener la oportunidad de adentrarse en un ecosistema rico en fauna y flora, al tiempo que nos empapamos con la historia, las tradiciones y la cultura de Ararca y Barú, es la gran invitación que Tuarisba nos hace para disfrutar, conservar y recorrer Cartagena de una manera diferente y enriquecedora. Viva esta aventura y apoye su iniciativa de turismo sostenible, la cual nos invita a proteger los recursos naturales y culturales con los que cuenta La Fantástica.

También le puede interesar: Ecoturismo en Cartagena con Las Chambaculeras¿Cuánto vale?

Para grupos de mínimo 6 aventureros 30,000 COP (por persona). Para grupos de más de 12 personas 25,000 COP.

*Almuerzo (opcional): entre 12,000 y 15,000 COP.

¿Cómo llegar?

Ararca está ubicado en la Isla de Barú, a 40 minutos del Centro Histórico. Se llega por vía terrestre.