Semanalmente, encontrarás la historia de un representativo personaje del Centro Histórico de Cartagena.
“Empecé a los 10 años con el arte”
“Sí, tengo obras de arte en mi pueblo, en San Bernardo del Viento, las primeras obras las tengo allá. Compro la tela, Preparo el bastidor, yo mismo armo la madera, cojo la tela, yo mismo la estiro. Preparo la base de productos químicos para taparle los poros a la lona, y lienzo, dos o tres manos de purificación, se deja secar, después se le da la lija, y listo. Se comienza a dibujar. Primero lápiz y posteriormente a pintar.”
Dewis Hernández, tiene 53 años y nació San Bernardo del Viento, Córdoba. Llegó a Cartagena hace 12 años.
Dewis Hernández; pintor de óleodáctilar.
Vivió su niñez en Bogotá, y el frío capitalino fue su casa hasta los 28 años. Allá, en la capital, cursó sus estudios primarios y bachillerato; y nació su amor por el arte. “Duré 18 años en Bogotá, tenía dos tíos allá, me llevaron. Empecé a los 10 años con el arte, la pintura, pero no había hecho cursos de pintura ni nada, no, todo empírico.”, nos cuenta Dewis.
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Ese amor por el arte lo llevó a la Universidad Nacional a estudiar Artes plásticas “Eso fue en el 89, 90, 91, 92” aclara, Esos cuatro años de estudios, le dieron el honor de hacer su primera exposición. Una exposición compartida con otros artistas en la Galería Dalí Dalí. Su presentación estaba compuesta por ocho obras de arte, “todas de un metro por unos cincuenta en lienzo. Pinturas abstractas, surrealistas, primitivistas.”, recuerda.
Con ese mismo sueño de mostrar al mundo su arte, llegó a Medellín Donde también hizo una exposición, esta vez individual. Y el mundo, la vida y el arte, lo fue moviendo por el país un par de años. Después de su exposición individual, Dewis visitó Cartagena, pero la nostalgia que viene con los años lo hizo volver a Bogotá, la Sabana que lo vio crecer.
Llegada a Cartagena
“Estando en Bogotá, veía por la televisión las ferias de Manizales. Y se me dieron ganas de ir a Manizales. También vendí muchas obras de arte en Manizales. En plena feria. Sucede que me enamoré de Manizales. Duré como cuatro años en Manizales. Trabajando de esta forma.Vivo del arte. Toda mi vida he vivido del arte.”, enfatiza Dewis.
Ahí, en Manizales, descubrió las obras de su artista preferido: David Manzur, de Manizales. “Me encantan los motivos de los caballos ¡Eso parece una foto! Los músculos, las venas. Uy, ¡qué cosa tan impresionante! Un artistazo, un maestro en ese aspecto”, dice sonriente.
A Manizales llegó vendiendo óleodáctilar, una técnica que le enseñaron de pequeño, y que le sirvió para hacer que sus pinturas firmadas viajaran por el mundo. Después de cuatro años en Manizales, llegó a Cartagena. “Hace, diría, doce años.”, manifiesta.
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“Me ha gustado Cartagena porque es muy turístico. La única ciudad que he conocido en la que he vendido en dólares mis obras de arte es aquí en Cartagena. Franceses, españoles, canadienses, alemanes, de todas partes del mundo llegan personas acá. Me felicitan, sí, que soy un artista. Me hacen fotos…” cuenta Dewis mientras limpia el marco de una pintura oledáctilar que minutos antes empezó.
La pintura óleodáctilar, es una técnica de pintura en óleo en la que se utilizan los dedos y el resto de la mano como pinceles. Dewis, después de más de 15 años, demora solo dos minutos exactos pintando cualquier paisaje que le mencionen. Su lienzo: una lámina de cristal espejo que encaja en su mano, al tiempo que con la yema de sus dedos da forma y sentido a la pieza de arte que realiza.
Dewis, después de más de 15 años, demora solo dos minutos exactos pintando cualquier paisaje que le mencionen.
“Yo pintaba en mi apartamento y las dejaba ahí. Me salía a la calle a hacer esto.Tengo lienzos, los tengo por ahí guardados, porque estamos haciendo reuniones aquí en Cartagena para que se haga una exposición acá”, me comenta.
Mientras el tiempo de la el espacio de volver a colgar sus piezas en una galería en Cartagena, Dewis vende sus pinturas de técnica óleodáctilar a los turistas en la Calle de la Inquisición del Centro Histórico de Cartagena. Su puesto, adornado con lienzos más grandes de sus obras, reposa diagonal a la Biblioteca Bartolomé Calvo. Las piezas de óleodáctilar cuestan entre $30.000 COP y $80.000 COP.
¿Y el precio de los lienzos? Bueno, Depende de la obra. Si es surrealismo, tiene un precio; si es abstracto, tiene otro precio; si es primitivismo, tiene otro precio. Todas de un metro por setenta”, aclara.
Aspiraciones
“Mi aspiración es llegar lejos. Viajar lejos con la pintura. Y aprovechar que, Dios nos tienen un poco
duritos todavía, y hay que aprovechar la oportunidad. Tengo un tío en Francia y parece que me va a pedir, vamos a ver, estoy arreglando los papeles. Y también, pues, estamos ahorrando un poquito de dólares por eso estoy aquí también porque hay que ahorrar los dólares”, concluye Dewis, al tiempo que me enseña la pieza óleodáctilar que hizo durante la conversación: Una postal de la Sierra Nevada de Santa Marta.
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