Conociendo las maravillas de la Plaza de San Diego

Cartagena cuenta con locaciones de ambiente especial, mágico y casi indescriptible, la gente, la arquitectura, las costumbres, la gastronomía, entre otros elementos, hacen de la ciudad un escenario perfecto para compartir momentos amenos con buena compañía. La mayoría de las plazas del Centro Histórico y Getsemaní tienen sorprendentes historias de épocas pasadas y aunque ahora poseen adecuaciones y lujos, permiten imaginar cómo era la vida antes de hoy. En las mañanas y tardes la Plaza de San Diego es la favorita de estudiantes, que en su mayoría se forman como artistas en la institución ubicada justo en frente.

En el pasado fue punto de venta de esclavos, pero en la actualidad, aprendices de las diferentes ramas del arte suelen ambientar este lugar al practicar lo aprendido en las aulas, la alegría juvenil le da un estilo bohemio a la plaza que es testigo de talento, carcajadas y bromas entre amigos...El barrio San Diego cambió hace muchos años, ahora es epicentro del hospedaje y la buena mesa, con hoteles boutiques de lujo, y restaurantes que ofrecen delicias tanto nacionales como internacionales, sin embargo, su plaza es la muestra de que alguna vez la atmósfera de cotidianidad envolvía este cálido vecindario del Centro Histórico.

Para calmar la sed producida por el clima cartagenero, nada como una limonada de San Diego, es tan refrescante que te tomarás más de una, sintiendo todo su sabor cítrico mientras esperas por una cita o solo dejas pasar el tiempo leyendo un libro y te relajas en la plaza.

Sentado en una banca, bajo de la sombra del gran árbol que protege a la Plaza de San Diego del sol, podrás contemplar la arquitectura antigua que caracteriza el centro de la ciudad, con sus balcones de madera ornamentados naturalmente por enredaderas y flores. Es sin duda el lugar indicado para dejar volar tu imaginación. En la tarde llegan los famosos fritos de la esquina de la Plaza de San Diego, algunos dicen que las carimañolas que venden en ese lugar son exquisitas y no tienen comparación. Además, en los alrededores podrás encontrar otros puestos de comida ambulante que ofrecen las delicias tradicionales de la gastronomía cartagenera.

Aunque no se puede contemplar el atardecer en todo su esplendor, desde la plaza se puede acceder al cordón amurallado donde puedes ver como el sol parece sumergirse en el mar, o visitar a Las Bóvedas para comprar los mejores recuerdos de Cartagena. Al llegar la noche, la plaza se ilumina y a su alrededor podrás encontrar restaurantes que ofrecen sus platos en mesas bajo la luz de la luna y candelabros. La música en vivo se apodera de todo el lugar y los artesanos exhiben sus productos a los curiosos turistas. Conocer la Plaza de San Diego es una experiencia gratificante, llena de arte y de la maravillosa cultura de Cartagena,¡vívela!