30 minutos en coche por las callecitas de Cartagena

En esta ocasión no pude escaparme de disfrutar el Coralito de Piedra en coche, uno de los mejores planes que puede ofrecer Cartagena de Indias a sus visitantes.

“Si no disfrutas la ciudad desde este ángulo simplemente no viniste a Cartagena” asienta  Manuel mientras nos instalamos en el ostentoso coche color crema de su compañero Rafa.

Con Manuel de guía y Rafa de conductor, iniciamos el recorrido a las 5 de la tarde. Nuestro lugar de salida y también de llegada: la plaza de los coches, un espacio colorido y agradable, rodeado de edificios con columnas y arcos que cobijan las aceras circundantes. Avanzamos unas cuantas calles y pronto estamos en la más grande y antigua plaza de la ciudad, la Plaza de la Aduana.

En tiempo colonial los edificios administrativos y de gobierno estaban ubicados en esta plaza, me cuenta Manuel mientras tomo algunas fotos. Actualmente se encuentra localizada la alcaldía de la ciudad, y en el centro hay una estatua dedicada a Cristóbal Colón. El recorrido nos lleva a detenernos en lugares tan emblemáticos como la Iglesia San Pedro Claver, templo con estilo barroco.Al ver la iglesia me maravillo por unos instantes de su belleza arquitectónica y hasta pienso en lo hermoso que seria casarme en ella, y por qué no llegar en coche como en los cuentos de hadas a mi boda soñada. En tanto, tomo algunas fotos para eternizar aquel momento.

Las calles de Cartagena están llenas de color. Artesanías, mochilas de todos los colores, aretes e incluso prendas de vestir adornan de manera particularmente festiva y tradicional  las antiguas calles del corralito.

Recorrer el casco antiguo, "perderse" por las calles y plazas, "vivir" Cartagena en una carroza de caballos es cautivante. Es el mejor modo de apropiársela, y de ser, al menos por un rato, un "cartagenero" más.

Pronto nos encontramos en una de las 11 plazas que tiene el centro amurallado, la Plaza de Bolívar.

Las plazas cartageneras me asegura Manuel son por excelencia los lugares más alegres de la ciudad. Y es que no hay duda de que los cartageneros tienen sabor, y para comprobarlo basta con disfrutar de las presentaciones que jóvenes bailarines presentan en plazas a nativos y extranjeros.

Al son del mapalé el "ritmo del frenesí" los bailarines se van sintiendo atraídos por algo inexplicable que parece salir de los golpes del tambor, hasta que caen en un desenfreno de pasión que los pone a mover el cuerpo de una manera envidiable. Al verlos no hay manera de olvidar que se está en el Caribe. Pero Cartagena no sólo se destaca por sus plazas y calles, también lo hace por sus casonas amplias con balcones de madera, donde rebosan flores muy  coloridas; con sus pequeños palacetes y fortificaciones históricas de lujo.Manuel me revela que los primeros coches datan de 1610, para entonces sólo el gobernado y el inquisidor en turno podían darse el lujo de utilizar este medio de transporte para desplazarse por el Centro Histórico.

Al escucharlo no puedo dejar de sentirme como una reina. Y creo que así se sentirá todo aquel que decida conectarse con la romántica Cartagena de una forma singularmente especial.

El recorrido acaba y volvemos a nuestro sitio de partida. Fascinada por la experiencia le agradezco a Manuel y Rafa por esos 30 minutos inolvidables y mágicos.

Aunque parezca un plan de otros tiempos, pasear en coche por la ciudad vieja no sólo es entretenido sino muy romántico.

Cuando se  pasea por coche uno siente la historia y el encanto en el aire. Ningún otro medio de transporte puede aportarles esta sensación, y además se pueden tomar fotografías y vídeos para llevar como recuerdo.

El guía del Paseo te señalará como lo hizo Manuel, los lugares históricos de Cartagena y te dará una breve historia de cada lugar. La capacidad de un coche es de cuatro personas así que puedes ir acompañado de tus amigos, familiares o pareja.Es imposible no quedar seducido por el encanto de Cartagena si se disfruta de ella desde este medio.