Cuatro siglos de historia guarda este muro de de 11 kilómetros de mineral marino ubicadas en el Centro Histórico, construido para proteger a Cartagena de Indias de los embates de los corsarios y del mar.
La fortificación es la más completa del continente América del Sur y una de las mejores y bien conservadas murallas de las ciudades amuralladas del mundo, declarada por ello Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Desde la fundación de Cartagena de Indias en 1533, y durante toda la época colonial española, fue uno de los puertos más importantes de América. De allí salían las mayores riquezas que la Corona Española enviaba a sus puertos en España. Por tal razón, era preciso construir una muralla con todos los fuertes como El Castillo de San Felipe y Bocachica para evitar que fueran invadidos por los ingleses o franceses o saqueros por los piratas. Así, el puerto de Cartagena fue cobrando importancia gracias a su bahía protegida por los militares españoles, la construcción de los fuertes y murallas, y a su cercanía con la ciudad de Panamá, otro importante puerto español.
La construcción de las murallas se llevó a cabo por etapas, comenzando en 1586 con Bautista Antonelli; en 1608 Cristóbal de Roda fortificaría la parte de la ciudad que da al mar abierto; de 1631 a 1633 sería Francisco de Murga quien fortificara el barrio de Getsemaní; en 1669 Juan Betín reparó las murallas destruidas por el mar y en 1721 el virrey de Villalonga ordenó a Juan de Herrera y Sotomayor construir cajones submarinos formando una escollera frente a las murallas destruidas por el Barón de Pointis en 1697. En 1796 se terminarían las obras del centro de la ciudad.
Cada baluarte de la fortificación fue ubicado para proteger una zona específica de la ciudad colonial. Eran dos los cinturones que conformaban el sistema de murallas, el primero, hecho para proteger la ciudad y el segundo, para cuidar también la entrada por tierra, por la hoy calle de la Media Luna.
Hoy son la fortaleza de los enamorados, de las aves y de los turistas que suben a este inmenso monumento para contemplar al sol muriendo en el Mar Caribe y a las mariamulatas, recibir la brisa y capturar con sus celulares o cámaras fotográficas, una postal para el recuerdo de su visita a la ciudad.
Primer cinturón
Baluarte de San Juan Bautista, protegía la Boca del Puente, hoy Torre del Reloj.
Baluarte de San Ignacio de Loyola, defendía Bocagrande y la Bahía de las Ánimas. Hoy forma parte de la Alcaldía de Cartagena y el Museo de Arte Moderno.
Baluarte de San Francisco Javier, junto con el Baluarte de San Ignacio, protegía Bocagrande y la Bahía de las Ánimas. En la cortina de muralla que une estos dos, fue construido el edificio donde hoy se encuentra el Museo Naval del Caribe.
Baluarte de Santiago, Cuenta con más de 20 cañones y fue uno de los primeros en ser construidos por su privilegiada posición para proteger la entrada al istmo de Bocagrande.
Baluarte de Santo Domingo, fue declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco por haber sido el primer baluarte construido para la protección de la Corona.
Baluarte de Santa Cruz, fue una de las fortificaciones destruidas en la Expedición de Cartagena en 1697, por las tropas francesas, mas fue sometida a varias restauraciones.
Baluarte de La Merced, paralelo a la Avenida Santander y frente al mar Caribe, fue uno de los baluartes más afectados por el oleaje y los temporales en 1618. La reconstrucción de sus dos caras terminó en 1733. Hace parte de la Muralla Marina
Baluarte de Santa Clara, las tropas que llegaban por el mar, desde el norte, eran enfrentadas desde este baluarte. Fueron destruidas por el mar del norte en dos ocasiones, siendo finalmente restauradas en 1742. Pertenecía a la Muralla Marina.
Baluarte de Santa Catalina, también tuvo que ser reconstruido tras el asalto francés en 1697.
Baluarte de San Lucas, ubicado frente a la calle 41 y el barrio el Cabrero, su objetivo era defender la plaza de los posibles ataques por el sector norte. Fue modificado en varias ocasiones.
Baluarte de San Pedro Mártir, Desde esta posición se defendía el caño de San Anastasio, hoy cegado bajo el sector de la Matuna. Después de él empezó la demolición de las fortificaciones que acabaría con varios baluartes del cordón amurallado.
Baluarte de San Miguel, su objetivo era reforzar la defensa de la Batería de la Media Luna y sus alrededores, estuvo unido con el Baluarte de San Pedro Mártir. Una batería llamada de Santa Lucía lo une con el Baluarte de Santa Teresa.
Baluarte de Santa Teresa, cerca de donde estuvieron ubicadas las Botas Viejas. No es recomendable visitar este baluarte en horas de la noche.
Segundo cinturón, Getsemaní
Baluarte de Santa Bárbara, cubría las inmediaciones del Castillo San Felipe de Barajas. Conformaba con el
Baluarte de Santa Teresa, un conjunto de defensa.
Baluarte de San José, construido en la primera mitad del siglo XVII, mas para 1716 estaba ampliamente deteriorado, por lo que fue recalzado en 1744.
Reducto de San Lorenzo, fue la primera obra de fortificación dentro del recinto de Getsemaní. Defendía el barrio y reforzaba la defensa del fuerte San Sebastián del Pastelillo en la isla de Manga. Hoy se encuentra cerrado al público por no tener forma de acceder a él.
Tarifa
El recorrido por las murallas de Cartagena de Indias es gratuito y abierto al público.
¿Cómo llegar?
Las murallas de Cartagena de Indias se encuentran en el Centro Histórico de la ciudad protegiendo su zona norte. El Centro Histórico está a 15 minutos en auto del Aeropuerto Internacional Rafael Núñez, y a 45 minutos de la Terminal de Transporte de Cartagena.
Parqueo
El Centro Histórico dispone de zona de parqueo autorizadas por el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT), algunos de ellos se encuentran en la plazoleta del Cuartel Militar de Las Bóvedas, cerca del Baluarte de La Merced, frente al Baluarte de Santo Domingo y en el Parque de La Marina, que se encuentra próximo al Baluarte de San Francisco Javier.
Fuente: fortificacionescartagena.com