Con ropa fresca salí de mi hospedaje en el sector de San Diego hacia Chambacú, y luego de cinco minutos de caminata me encontré con un aviso grande que señala el ingreso al Parque Espíritu del Manglar. Solo al leer el nombre sentí que debía conocerlo. Me acerqué y, para mi sorpresa, se trataba de un sitio al que se puede acceder de manera gratuita. Luego de pasar el torniquete, pude apreciar un mapa del lugar, sin embargo, el aventurero que llevo dentro me llevó a recorrer el parque sin ninguna otra guía que los caminos con los que cuenta el sitio.
Más Experiencias en Cartagena de Indias.Luego de cruzar un puente, que se convertía en el primer pasaje a la interesante experiencia que estaba por vivir, me cautivaron inmediatamente los mangles entrelazados por sus incontables raíces. Esta unión es la que permite la creación del ecosistema llamado manglar, que funciona como hábitat de diversas especies de peces, reptiles, crustáceos, moluscos, aves, insectos, arácnidos y anfibios. Todo un mundo escondido entre la majestuosidad de la naturaleza.
Mientras caminaba, podía escuchar música de fondo, por lo general baladas que amenizaban la estancia en aquel recinto. Cuentan con una completa oferta de máquinas biosaludables para los amantes del ejercicio, por lo que no paraba de pensar en la plenitud que deben sentir aquellos que realizan su entrenamiento físico rodeados de tanta tranquilidad, sin duda sería una experiencia de lujo. El “Market Bolívar” es uno de los espacios acondicionados para la tertulia familiar o con amigos, dónde hallé productos comestibles, vinos y también artesanías. Estuve tentado a quedarme en ese punto del parque, pero decidí seguir recorriéndolo mientras la música que lo ambientaba sonaba a un volumen adecuado y sin opacar los sonidos de la naturaleza. Me di el gusto de observar muy de cerca a algunas garzas con su hermoso plumaje blanco, pero se escabulleron de inmediato entre la vegetación. Debes tener cuidado al contemplar cada especie del Parque Espíritu del Manglar, pues yo casi tropiezo con uno de mis animales favoritos, una hermosa tortuga que se alimentaba de las diminutas plantas que crecen en todo el lugar. Solo hasta ese momento me di cuenta de que habían varias de ellas deambulando libremente por los jardines. Fue maravilloso.