Isla Barú tiene un destino mágico y es quizá el lugar que todo turista que llega a Cartagena, quiere visitar. Es Playa Blanca, a 20 minutos en lancha desde Cartagena, un paradisiaco y mágico lugar que encanta por su arena blanca y fina, mar verde-azul y cristalino.
Ese azul de las aguas nos hace pensar que nos encontramos en otra parte del mundo, pero estamos en la zona insular de Cartagena y este paraíso es real.
El alquiler de caretas para ver los corales, visitar Las Cuevas y subirse a sus inmensas rocas, caminar por toda la playa a pies descalzos para disfrutar la arena o simplemente tomar el sol, son algunas de las actividades que disfruto en mis viajes a Cartagena.
A mediodía, la comida típica llega en una bandeja con pescado frito (recomiendo el pargo, la sierra y la mojarra roja) ensalada, arroz con coco, patacones de plátano verde y sopas de pescado. Los precios varían de acuerdo al pescado que se elija.
Para los que desean pasar más de una noche como yo, en Playa Blanca hay cabañas a bajo costo, cuyo valor no supera los 40 mil pesos por persona. La mayoría, o casi todas, de madera, techo de paja, pisos de madera o de arena de mar, eso sí sin electricidad, ya que muchas se abastecen de una planta eléctrica que alumbra los alrededores, pero es apagada a medianoche.
Si de bailar, tomarse unos tragos, comer comida rápida y escuchar música champeta se trata, al finalizar la hilera de cabañas hay establecimientos que por estar iluminados con velas hacen pasar románticas noches.
Los más arriesgados y lanzados instalan carpas y acampan dos, tres o más días, prenden fogatas, y permanecen a la intemperie observando el imponente anochecer y el cielo con su infinidad de estrellas. Como recomendación, es mejor acampar cerca al puesto de la Policía Nacional, llevar agua limpia, y repelente.
¿Cómo llegar a Playa Blanca?
Se recomienda tomar una lancha rápida, que cuesta alrededor de $40.000, ida y regreso, con almuerzo incluido. El tour se puede adquirir en alguna agencia operadora de turismo del muelle de La Bodeguita. Otra forma de llegar, aunque no es la más segura, es tomar una lancha en el mercado de Bazurto, de las que transportan a los nativos desde la ciénaga de Las Quintas a Barú. El costo es de $15.000 aproximadamente.