Platos con aires campestres

En Turbaco, Bolívar, -muy cerca de Cartagena- existen escenarios mágicos, rodedados de restaurantes campestres que impactan tanto por sus exquisiteces gastronómicas como por los placeres que despiertan sus paisajes exuberantes.
Estos lugares se han convertido en destinos “exquisitos”, muy especiales para salir de la rutina y el bullicio de la ciudad y al mismo tiempo descansar y relajarse por completo.
Están dotados de un excesivo esplendor natural, y de gran variedad de atracciones, que hacen que el visitante se sumerja en un verdadero “paraíso de sabores”.
Uno de los más recomendados es el Centro Recreacional Los Lagos, localizado en la vía al Jardín Botánico, cuyo principal anfitrión es su paisaje ensoñador, que de entrada brinda bienestar y tranquilidad a todos sus visitantes.
En este lugar nacen dos “ojos de aguas” –fuentes de aguas cristalinas y naturales- que brotan de las entrañas de la tierra para abastecer de bendecir de manera sobrenatural este hermoso paraje llamado Los Lagos.
Asimismo ofrece variedad de servicios en sus instalaciones. Cuenta con piscinas para adultos y niños y un espectacular lago, -que honra el nombre de este lugar-, dotado con botes y remos, que brindan recreación y diversión al máximo.
“Llevamos 25 años ofreciendo un servicio de calidad y bienestar para toda la familia. Desde su apertura hemos sido catalogado como uno de los mejores sitios para el descanso y tranquilidad. Por eso, son muchos los turistas, residentes, empresarios, estudiantes y personas en general, los que han elegido nuestras instalaciones para disfrutar de momentos inolvidables y celebrar ocasiones especiales -efemérides, bodas, reuniones de negocios, retiros espirituales, entre otros eventos-”, expresa Isabel Fernández de Durán, gerente.
Y es que además de su entorno Los Lagos cuentan con un variada carta, que seduce a los paladares más entendidos, en la que se destaca el “Pargo Lagos”, bañado en salsa de mariscos; la mojarra frita y la parrillada mixta, entre otros de sus manjares, artísticamente elaborados por la reconocida chef Mirta Granados.
Otro lugar para visitar es el restaurante Selva Negra, rodeado de árboles y flores silvestres, que le otorgan un sofisticado concepto ambiental, que fusiona perfectamente con todas sus especialidades.
Selva Negra cuenta con una línea especial de comida alemana, muy apetecida por todos sus clientes, como son las chuletas ahumadas, y el tradicional chukrut, eso sí, sin dejar de lado el menú tradicional del Caribe, -carnes, asados y mariscos-.
Este restaurante también cuenta con un área de piscinas –para adultos y niños-, rodeada de un paisaje esplendoroso que se complementa perfectamente con esta interesante propuesta gastronómica.