El Corralito de Piedra, al igual que los más importantes destinos turísticos del mundo, ha tenido que "cerrar sus puertas hasta nuevo aviso" por cuenta de la pandemia en Cartagena del COVID-19. Al cierre de sus fronteras terrestres, fluviales y marítimas, se sumará el de las aéreas, al menos para vuelos internacionales, a partir del 24 de marzo. Así mismo, por cuenta de las medidas de protección y que invitan al confinamiento y aislamiento social, los eventos han sido cancelados; los museos, fortificaciones y demás recintos culturales han tenido que suspender actividades; casinos, bares, discotecas y varios restaurantes han tenido que cesar sus operaciones, mientras que centros comerciales, supermercados y tiendas de abastecimiento tienen horarios restringidos y medidas especiales; las playas, dentro y en la zona insular de Cartagena, también están cerradas.
* Mediante un nuevo decreto, el presidente Iván Duque prolongó hasta mediados de julio el aislamiento preventivo obligatorio en Colombia que terminará a las cero horas del 16 de julio. Esta medida comenzó a regir el 25 de marzo, inicialmente por dos semanas, pero ha sido renovada por el presidente varias veces con el fin de contener el coronavirus. En Cartagena de Indias, a partir del 1 de julio el "pico y cédula" se amplia para que las personas puedan salir entre las 6:00 a.m. y las 6:00 p.m. El decreto cuenta con 43 excepciones entre las que se encuentran la asistencia y prestación de servicios de salud, adquisición y pago de bienes de primera necesidad, el desplazamiento para servicios bancarios y servicios notariales, asistencia y cuidado a niños, adolescentes, personas mayores de 70 años, personas con discapacidad y enfermos con tratamientos especiales que requieren asistencia de personal capacitado, entre otros. Por su parte, se anunció la reanudación de los vuelos internacionales para el 1 de septiembre. Los vuelos nacionales y transporte intermunicipal esperan su turno. Adultos mayores de 70 años seguirán en aislamiento preventivo obligatorio hasta el 31 de agosto.
Ante este panorama, que es el mismo en más de 160 países alrededor del planeta (cifra en aumento), La Heroica adopta medidas de protección que buscan que las personas, locales o visitantes que no pudieron salir de la ciudad, se queden en sus casas y, que si han estado expuestos a focos de riesgo o presentan síntomas, llamen inmediatamente a las entidades de salud y se aíslen inmediatamente. Por ahora, las actividades turísticas se suspenden, pero no para siempre. Cuando la situación se normalice, Cartagena y su maravillosa gente estará lista para ofrecerle a sus visitantes un destino incluso mejor de lo que ya es.
En medio de esta difícil situación, Dónde continua acompañando a los viajeros de la ciudad, y de la mano del periodista Óscar Vásquez, les traemos una crónica sobre un recorrido durante estos días de pandemia en Cartagena.
El Centro Histórico luce por estos días más hermoso que nunca. Las medidas preventivas han ido poco a poco forzando a la gente a evitar visitar estos lugares que, sin importar el día o la hora, suelen estar abarrotados y hoy, por cuenta de esta crisis, puedo apreciar por un momento sin sentir el acoso de los vendedores.
Pocas personas transitando por el día en las calles; de noche, toque de queda en Cartagena de Indias que invita a apreciarla en su más íntima dimensión. La ciudad se convierte en esa novia protegida por sus padres, que solo le permiten asomarse al balcón, y esperar a su enamorado.
Sería imposible no dejarse atrapar por los brazos abiertos de un amor coloquial, inexplicable, de antologías. La Fantástica te atrapa con sus bellos balcones de barrotes antiguos, llenos de flores y coloridas fachadas, lugares que esconden historias para narrar y que durante esta pandemia en Cartagena debemos aprovechar para meditar y reflexionar.
Medidas contra el COVID-19 en Cartagena de Indias.
Es un privilegio tener al Mar Caribe como anfitrión, sentir en el cuerpo la fuerte brisa que golpea las murallas, aire natural que necesitamos para nuestro bienestar. En mis oídos retumba un sutil gemido de olas encontrándose con la arena, solo queda apreciar desde las alturas el apacible sentir de la historia.
Las iglesias, plazas, monumentos y casas antiguas, encienden sus luces de noche para dejarse amar, dejarse cortejar de conocidos y extraños queriendo encarcelar el mejor recuerdo en su memoria. Cartagena de Indias es el destino predilecto por millones de visitantes, y nunca dejará de serlo. Un privilegio total vivir y/u hospedarse en el Centro Histórico, y seguramente es una vivencia única pasar una cuarentena en estas condiciones, apreciando de cerca todas las maravillas arquitectónicas que guarda esta ciudad.
Muchas personas que se encuentran en toque de queda en distintos lugares del mundo, tienen casa en el Centro Histórico, y seguro desearían pasar un cómodo aislamiento escuchando las olas del mar golpear los espolones que protegen al Corralito de Piedra. El Muelle de La Bodeguita, lugar histórico para descargue de mercancías del Caribe y el mundo, hoy cierra sus puertas con el mayor compromiso de cuidar a la comunidad y los habitantes de la zona insular ante esta pandemia en Cartagena.
En las playas de Bocagrande y Castillo, hace un par de semanas, visitantes de todo el mundo se sumergían a un mar de posibilidades infinitas en La Heroica. Hoy, sus azules aguas descansan y esperan ansiosas por quienes no dejan de soñar. Las Islas, paradisíacas y exóticas, guardan su belleza y sus tonos esperando a los turistas del mundo, permitiendo que este paisaje costero se oxigene y se conserve para dar lo mejor de su belleza a propios y extraños.
Cartagena de Indias espera ansiosa, cómplice de sus anfitriones, aquellos que la versan y escriben la más hermosa poesía, las más coloridas fotografías. Ella solo aguarda con atención mientras escucha lo que rumoran sobre ella, sobre sus callejuelas viejas con historias increíbles que pasarán de generación en generación.
En todas las ciudades de Colombia, se han tomado medidas preventivas contra el coronavirus. La amenaza de esta pandemia en Cartagena de Indias, por ser un lugar concurrido por visitantes del mundo, ha bloqueado todo flujo por las calles, ésto para salvaguardar a sus amables habitantes de cualquier riesgo.
Como haría referencia un dicho coloquial, "no hay mal que dure 100 años, ni cuerpo que lo resista", y por eso La Heroica se guarda para caer en los brazos de incontables enamorados, entregarse a millones de personas que aguardan por vivir y contar sus experiencias en un lugar privilegiado, donde el tiempo no pasa y las historias vuelan, como la arena en el mar.