Las Bóvedas, el mejor recuerdo de Cartagena

Hace 10 años descubrí un rincón hermoso y bastante curioso del Cordón Amurallado que reúne el más variado mercado de artesanías, distribuido en 23 tiendas en igual número de bóvedas de medio cañón, a prueba de bombas, caracterizadas por la sencillez y elegancia de las obras arquitectónicas neoclásicas. Desde entonces en todos mis viajes la visita obligada es a ese lugar que representa además, un significativo valor histórico para Cartagena de Indias.

En el Cuartel de Las Bóvedas como se llamó en épocas de antaño, allí en donde se alojó parte de la guarnición de la ciudad y tropas reales de España, se halla en la actualidad la más amplia exposición de suvenires, regalos, detalles, pinturas y piezas artesanales en general de Colombia y de países vecinos como Ecuador y Perú.

Durante mi última visita, hace un mes, a esta obra que terminó de cerrar el anillo de la fortificación urbana de la ciudad vieja, recorrí cada tienda, todas resguardadas por 47 arcos de medio punto rematado por un frontón triangular en el que está tallado en mármol el escudo de España. Inicié por la última de nombre La Garita, llama la atención por la cantidad de mochilas guajiras y bolsos hechos a mano y con materiales colombianos.Todas las tiendas, ya sea Cosas Raras, Mirarte, La 19, La 17, El Dorado, Corinche, San Martín, El Artesano, La Villa Real, India Catalina, Tesoros del Caribe, La 4, La 2 o Sión Artesanías, se caracterizan por su colorido y llamativa exhibición que invita a adentrarse y permanecer más tiempo en cada una de ellas hasta dar con el recuerdo u obsequio perfecto. Algunas lucen como galerías de arte y en la mayoría se consigue el auténtico café colombiano.

A las afueras las palenqueras se encargan de recrear el ambiente con sus cálidas sonrisas, llamativos atuendos y poncheras llenas de coloridas frutas tropicales o deliciosos manjares. Aunque no se dejen fotografiar fácilmente, ellas hacen parte de la vida de esta plaza.

Llamó mi atención la entrada de la bóveda número 21. Adentrarse a ella es como ingresar a uno de los túneles del asombroso Castillo San Felipe de Barajas, con la diferencia que está completamente iluminada y con hileras de mochilas que la hacen mucho más vistosa y engalanan toda la tienda. Allí elegí una llamativa mochila que para mí fue la mejor, de color verde y fucsia, recamada en piedras.

Escuché que esta bóveda es diferente a todas, posee dos niveles y la usaba exclusivamente el comandante de la guarnición, quien ingresaba a esta por una galería situada por encima de la muralla. Guiada por la curiosidad detallé cada rincón y al fondo descubrí una joyería, pero decidí regresar por donde entré.En mi recorrido pude constatar que todas las bóvedas poseen un sistema de ventilación y se comunicaban entre sí por medio de pasadizos. Luego de la Independencia estas fortificaciones quedaron en ruina hasta que en 1972 pasó a ser un sitio de interés cultural.

Ya sea en chiva, coche, bicicleta, a pie, en taxi, o en buses climatizados, muchísimos extranjeros visitan Las Bóvedas, atraídos como yo por el encanto y colorido de este lugar y se marchan cargados de recuerdos, de las más finas piezas de tradición artesanal y de orfebrería en general.

Reitero una vez más que nunca dejaré de visitar este hermoso lugar y jamás regresaré a mi país sin un detalle que recuerde mi paso por la bella Cartagena.

En pocas palabras:

Las Bóvedas:

• Son de estilo neoclásico
• Fueron construidas entre 1792 y 1798
• Fueron refugio de las tropas y depósito de pólvora y víveres
• Se usaron como celdas
• Fue la última obra que realizó en Cartagena Antonio de Arévalo Porras

Ubicación:

Barrio San Diego, entre los fuertes de Santa Clara y Santa Catalina del cordón amurallado. Alrededor hay apostados hoteles boutique y lugares emblemáticos de Cartagena.Fuente: cervantes.es