Un coco frío nos dió la bienvenida a una hora de contacto pleno con la naturaleza. Al norte de La Boquilla, está Ecotours Boquilla, una compañía que nos invitó a recorrer la ciénaga de Juan Polo y parte de la Ciénaga de La Virgen.
Canoas típicas de madera, conducidas por un bogador nativo con experiencia, estaban esperándonos para iniciar nuestra ruta en el corazón de la ciénaga.
Partimos bajo el sol tenue de cinco de la tarde. La tranquilidad y el brillo de la ciénaga hacían juego con el cantar de los pájaros que de lejos se escuchaban. Remo a remo comenzamos a recorrer cada uno de los túneles que ahí existen, el de la felicidad, Chaco y amor.
De lado y lado de los túneles, los manglares rojo, blanco y negro hacen de éstos un hermoso artefacto natural digno de admiración, entre ellos se asoma una diversidad de animales, como moluscos, crustáceos, insectos, entre otros.
Saliendo de uno de los túneles, el paisaje más hermoso saltó a mi vista, una ráfaga de aves, hacían del cielo un bello panorama, frente a mí estaba el parque de las aves, donde me maravillé con el vuelo de gansas reales, garzas blancas y grises, gaviotas marinas y picorojo, gallinetas estrías, entre otras aves migratorias que me fascinaban mientras avanzábamos nuestro recorrido.
Este tour, resultó ser una experiencia relajante, donde pude compenetrarme con la naturaleza, respirar aire puro y disfrutar de la tranquilidad de las aguas de la bahía.
Al ritmo de tambores, gaitas y maracas, terminó nuestro recorrido. Una muestra del folcklore cartagenero. El sol ya escodiéndose en el horizonte nos despidió de aquella bella naturaleza que inspira.
-ANGÉLICA BLANCO CORTINA