Pasear en canoas nativas por las áreas del manglar es deleitarse con el encanto y la esencia natural de nuestra ciudad. Este plan es obligatorio si lo que se pretende es escuchar el sonido de la naturaleza, respirar aire puro, aislarse del bullicio citadino y contemplar la variedad de aves y manglares.
En la zona norte están esos lugares indicados para hacer el tour en canoa. Me refiero a la Ciénaga de Juan Polo en el corregimiento de pescadores de La Boquilla - o la Ciénaga de la Virgen que parte del Centro Internacional de Convenciones de Las Américas.
Cualquier día a la semana, puedes ir a conocer este atractivo natural. Los planes ofrecen, además del tour por túneles de manglar, momentos de esparcimiento en playas cercanas. El costo depende del plan.
La Cueva del Manglar te lleva a recorrer toda la Ciénaga de La Virgen y observar las distintas clases de manglares. El tour sale del Centro de Convenciones del Hotel Las Américas, ahí están unas canoas dispuestas para hacer el recorrido, además de unos guías que harán del paseo un momento ameno y agradable, ellos se gustan en acompañarte y a la vez ir describiendo todo lo que hay alrededor.
Este tour tiene el privilegio de adentrarnos a túneles: El Encanto, La Conquista y La Fantasía, además de la cienegueta de los novios. Recorrer esta cueva y conocer sus atractivos se ha convertido en un plan que da la oportunidad de respirar la naturaleza y disfrutar de sus encantos.
Visitar las cuevas del manglar a medida que vamos conociendo y distinguiendo esas tres clases de manglares que encontramos, el manglar prieto, rojo y el bobo o blanco, además de que en la medida de que nuestro tour se adelanta, van apareciendo distintas clases de aves que fascinan, podemos toparnos con la garza blanca, garza gris, gaviota marina, gallineta estría, entre otras.
Canoas típicas de madera, conducidas por un bogador nativo con experiencia, son los encargados de llevarnos a la ciénaga de Juan Polo y parte de la Ciénaga de La Virgen.
Un coco frío nos dio la bienvenida a una hora de contacto pleno con la naturaleza. Ecotours Boquilla, una compañía que nos invitó a recorrer la ciénaga de Juan Polo y parte de la Ciénaga de La Virgen, nos indicó la partida bajo el sol tenue de cinco de la tarde. La tranquilidad y el brillo de la ciénaga hacían juego con el cantar de los pájaros, que de lejos se escuchaban. Remo a remo comenzamos a recorrer cada uno de los túneles que ahí existen, el de La Felicidad, Chaco y Amor.
Saliendo de uno de los túneles, el paisaje más hermoso saltó a mi vista, una ráfaga de aves hacía del cielo un bello panorama, frente a mí estaba el parque de las aves, donde me maravillé con el vuelo de gansas reales, garzas blancas y grises, gaviotas marinas y picorrojos, gallinetas estrías, entre otras aves migratorias.
El sol, escondiéndose en el horizonte, nos despidió de aquella bella naturaleza que inspira.