La fotografía del cordón amurallado que abraza a la ciudad no puede faltar en el álbum, de nuestra visita a la heroica , sin embargo muchos se limitan a recorrerla, admirarla y a dejarse seducir por el romanticismo que encierra cada plaza y calle del centro histórico de Cartagena, desconociendo los secretos de la historia que guarda en sus murallas, plazas y balcones.
La Torre del Reloj
Ningún monumento ha sufrido tantos cambios como la Torre del Reloj, símbolo arquitectónico y testigo principal de muchos acontecimientos de la Independencia de Cartagena.
Fue construida en 1601 como entrada principal a la ciudad sobre un lienzo de muralla y hasta hace unos 25 años era llamada la Boca del Puente como se le decía originalmente, debido a que contra ella estaba al puente levadizo de madera que pasaba por encima del caño de san Anastasio, y que unía la isla de Getsemaní con la de Calamarí (Centro). El puente también servía como defensa de la ciudad, pues en caso de ataque enemigo, éste era levantado para impedir el acceso.
En 1704 se completan las tres bóvedas, hoy todas abiertas, aunque originalmente sólo la del medio servía para el tránsito ciudadano. Las dos laterales se usaban como bóveda de armamentos y abrían exclusivamente hacia la central.
Su diseño y construcción fue realizada por el ingeniero militar Juan de Herrera y Sotomayor, fundador de la Academia de Cartagena, y su estilo recuerda la fachada de la iglesia del convento de San Francisco de la ciudad de Santo Domingo, pues ambas puertas presentan un arco romano de medio punto, flanqueadas por dos pares de columnas toscanas, y el mismo entablamento con friso decorado con triglifos.
El 11 de noviembre de 1811, el pueblo raso de Cartagena estaba reunido en el barrio de Getsemaní, esperando la reunión de la Junta Suprema de Gobierno en el Palacio de Gobierno (en la actual Plaza de la Proclamación) para tratar ciertos temas, entre ellos el de la declaratoria de independencia absoluta.
Allí les llegó la noticia de que se iba a aplazar la declaratoria y la multitud enardecida, junto con los Lanceros de Getsemaní comandados por Pedro Romero, cruzaron el la Boca del Puente, entraron a la Plaza de la Aduana y sacaron armamento para dirigirse luego al Palacio de Gobierno y obligar a que los allí reunidos firmaran el Acta de Independencia Absoluta de España.
El 5 de diciembre de 1815, casi cuatro meses después de empezar el sitio de Pablo Morillo a Cartagena, en momentos de máxima desesperación, las autoridades de la plaza acordaron abandonar la ciudad, y en la madrugada salieron por la Boca del Puente para embarcarse en la Bahía de las Ánimas con rumbo a Jamaica y Haití.
Y el 6 de diciembre de 1815, tras 106 días de asedio, los españoles entraron a la ciudad. Un soldado español comentaba que cuando las puertas en la Boca del Puente se abrieron, "no vieron hombres sino esqueletos; hombres y mujeres, vivos retratos de la muerte, se agarraban a las paredes para andar sin caerse. Tal era el hambre horrible que habían sufrido".