Hylenne Guzmán
Por fin llegué a la hermosa Cartagena, la de las grandes playas, sol y brisa. Como soy una chica aventurera averigüé los deportes náuticos que se practican, algunos extremos. Justo lo que estaba buscando.
El primer día, en la mañana, decidí ir a las playas de El Laguito, una de las más populares de la ciudad y preferida por los turistas. Allí empecé con el Kayak. Chaleco salvavidas, zapatos para agua y mucha energía fue lo que necesité para en una hora recorrer de El Laguito hasta Castillogrande por $35.000. No es tan intenso como pensé, no estoy tan cansada para mi siguiente reto.
En la misma playa continué con el Paddleboard, ideal para unas condiciones de mar quietas. Un deporte que en una hora se puede experimentar por $50 mil. Con un equilibrio inigualable, sin nervios porque sé nadar, me puse de pies en una enorme tabla de surf y con un remo empecé a avanzar, me sentía como en el kayak, pero en este hice más ejercicios y quemé más calorías porque balanceaba mi cuerpo sobre la tabla y a la vez lo impulsaba hacia adelante amarrada con un dish a la tabla por si me caía. Quedé fascinada porque me acercó al agua, a la tranquilidad y a lo inesperado del mar, queriendo repetir la aventura. Es que una hora de paddleboard equivale a ocho de surf.
Alrededor de las 3:00 p.m. me atrajo el viento en la playa de Castillogrande para practicar Windsurf, especial por su viaje con velas. Pensé de inmediato que era complicado, pero no, hasta un niño de seis años puede practicarlo. Acompañada de mi instructor me arriesgué y con mi chaleco salvavidas cogí la tabla y la vela. En el agua sentí como el viento hacía que la vela y todo mi cuerpo se moviera, se balanceaba como si me fuera a derribar. Solo se necesitan varias sesiones de dos horas y media cada una para dominarlo y salir sola con los equipos a navegar.
Al día siguiente me imaginé en una tabla dominando las olas, así como en las películas y fui a practicar Surf en Bocagrande. Un deporte que no conoce distinción de edades porque la tabla se acomoda a tu medida. Se necesitan como tres sesiones para dominarlo por completo. Un chaleco salvavidas y un dish sujeto al tobillo con el velero es lo necesario para realizar este deporte. Comencé mi sesión de una hora con un instructor por 80 mil pesos; eran las 7:30 a.m., época de olas. Luego fui al mar, era una lucha constante entre mantener el equilibrio y los buenos reflejos, el mayor tiempo posible, para no caerme al agua. Me deslizaba sobre una tabla, arrastrada por una ola, dirigiéndola a través una o varias quillas situadas en la parte trasera de la tabla. Terminé con una gran satisfacción y me propuse averiguar más sobre el mar para saber escoger las olas.
Al tercer día decido ir al norte de la ciudad, exactamente a las playas de La Boquilla, la mejor opción para disfrutar de un buen almuerzo y hermosos atardeceres. Además cuenta con espacio ideal para sacar las cometas y practicar Kitesurf, en estas épocas de abril que son de viento. Se necesita una cometa de tracción que tira la persona por cuatro o cinco líneas, dos fijadas a la barra de dirección y las otras dos o tres restantes (de potencia), pasan por el centro de la barra y se sujetan al cuerpo con un arnés permitiendo deslizarse sobre el agua en una tabla.
Lo mejor lo dejé para el cuarto y último día. Flyboard, deporte acrobático, de arriesgadas aventuras en el aire, de vértigo y desborde de adrenalina que viene revolucionando al mundo de las actividades náuticas. En las playas de La Boquilla a eso de las diez de la mañana, decidí volar 5 mts. en una tabla de flyboard con una manguera atada a un jetsky (moto acuática), un chaleco salvavidas y un casco. Este maravilloso reto de cuarenta minutos empezó con una teoría en tierra donde me explicaron las indicaciones de seguridad, me enseñan a pararme y a mantenerme balanceada en el agua, a voltearme, a hacer los 360° y los delfines. De inmediato pensé en practicarlo profesionalmente es realmente fácil de aprender y seguro, además podría volar hasta 15 metros. El costo es de $200.000 pesos.
Así termina mi aventura en la mar, anhelando la próxima temporada de vientos en la hermosa Cartagena.
¿Dónde practicarlo?
Kayak y Paddleboard
Playas de El Laguito
Windsurf
Castillogrande
Surf
Bocagrande
Kitesurf y Flyboard
La Boquilla
Balnearios recomendados
El Laguito, Castillogrande, Bocagrande, Blas El Teso, La Boquilla y Manzanillo del Mar, la mejor opción para usted.
Playas restringidas
Por el peligro que representan son: Sector Las Tenazas, Frente al Parque de La Marina y Frente al Club de Sub Oficiales de Crespo.
Buceo:
Se recomienda la Isla de Tierra Bomba, Barú e Islas del Rosario para practicar buceo.
Tipos de buce:
Barcos hundidos, a una profundidad aproximada de 15 metros es, sin duda, una emocionante aventura, y uno de los planes más solicitados, porque permite descubrir los tesoros de vida submarina jamás imaginados. Para esta práctica se requiere personal especializado que garantice excelencia en cuanto a seguridad y atención.
Buceo nocturno, los escenarios son totalmente diferentes a los que podríamos encontrar en el buceo diurno, aún en el mismo sitio y en condiciones similares. En la noche se descubren organismos submarinos que se esconden durante el día. Valor aproximado entre $100.000 y $150.000, y se hace una inmersión que incluye todo el equipo, linterna con baterías y acompañamiento del instructor.