7 horas en la Ensenada de Cholón

El día tan esperado llegó y me siento impaciente. Son las 8:00 de una fresca mañana y aquí voy saliendo de la Marina de Santa Cruz de Manga de Cartagena de Indias. "Bienvenidos y a disfrutar Cholón"... me aferro a mi salvavidas y a las palabras de Miguel, el conductor del yate, un moreno amable y conversón como todo costeño.

Miguel conduce primero hacia el Muelle de La Bodeguita, mientras explica que antes de dirigirnos a nuestro destino debe cumplir con las reglas y poco a poco diviso el dibujo más nítido de mi vida, cuyo protagonista es el imponente Centro Histórico. Parece un valioso cuadro pintado en óleo sobre lienzo, pero no es así.Cada fragmento de muralla, baluarte, cúpula, techo, edificación colonial, monumento... conforma una bella panorámica que jamás olvidaré. Luego de registrar el número de pasajeros y de formalizar el impuesto de zarpe hacia las islas, partimos dejando atrás ese mágico paisaje.

"This is love" de Bob Marley, entre otros agradables reggaes tornan más agradable el trayecto y vaticinan mi pasadía en uno de los pocos hoteles apostados en la Ensenada de Cholón, verdaderos paradores tropicales para descansar.

A mi izquierda, el barrio Manga, el imponente Cerro de La Popa, buques portacontenedores que descargan en el Puerto de Cartagena, pescadores en sus faenas, y a mi derecha, una hilera de imponentes edificios que poco a poco voy dejando atrás.



A medida que avanzamos, el fuerte oleaje, de la hermosa bahía golpea la lancha, el rocío del agua salada salpica mi rostro y la brisa juega con mi hermosa y larga cabellera negra. Una pareja de esposos argentinos, un grupo de amigos alemanes, y dos amigas canadienses comparten esta agradable experiencia. Todos tan alegres como yo y quizás, pensando también, que vale la pena la travesía y hasta soportar el enérgico zarandeo de la lancha.

Inmediatamente aparece Tierrabomba, Caño del Oro, Puerto de Las Canoas y a los 20 minutos de trayecto, Bocachica con sus imponentes fuertes, construidos en la época de la Colonia para protección militar. En este lugar se queda atrás la hermosa Bahía de Cartagena y aparecen buques de mayor calado navegando sobre este mar que me deja sin palabras y admirando su azul infinito.

45 minutos después de haber salido de Cartagena, una espesa vegetación, cuyos reyes son los manglares, me indican que vamos entrando a nuestro destino y aquí es donde empieza la segunda fase de mi aventura. Me levanto apenas Miguel detiene la lancha y salto de una al muelle donde me reciben con un refrescante jugo tropical y unas sentidas palabras de bienvenida.

Las vistas desde el hotel son extraordinarias, y las playas, pequeñas pero tranquilas, sin vendedores ambulantes, ideales para tomar el sol y relajarse por horas sin molestias. Jóvenes practicando kayak, una pareja paseando en moto acuática, un grupo de personas mayores realizando snorkel, otros paseando en veleros, y niños jugando felices a la orilla del mar complementan el entorno lleno de tranquilidad y armonía.

Playa de arenas blancas y aguas serenas color turquesa

Son las 10:30 de esta hermosa mañana y desde mi asoleadora escucho el llamado esperado ¿quiénes van a Playa Azul?... y quién va a despreciar esta oportunidad, no seré yo y salgo de inmediato hacia el muelle y de un salto ya estoy dentro de la lancha pues me inquieta conocer la playa más hermosa y famosa de la Ensenada de Cholón.

Durante el trayecto aprecio a Playita de Cholón y su línea de llamativas cabañas dentro del agua. Tres minutos después llego a lo que considero el "edén" y me recibe un mar seductor, tan encantador me parece que se torna indescriptible.

Pienso que no hay un tono más azul que este, el paisaje es alucinante y me motiva a sumergirme durante dos horas sin pensar en los rayos del sol porque sencillamente, vale la pena inmortalizarme aquí. El balneario es tranquilo y silencioso, hay ventas de cocos fríos, bebidas, almuerzos, y lo mejor, sin acoso de vendedores ambulantes. Llegó la hora de regresar al hotel a degustar un suculento almuerzo costeño en una inmensa y fresca cabaña. A la mesa llega un menú que agrada mi vista y de inmediato compruebo que también cautiva mi paladar: pesca'o frito, arroz con coco, ensalada de verduras, sopas y una fresca limonada... ¡qué delicia!.

Paso al segundo piso y contemplo las maravillosas vistas mientras me tomo un café 100% colombiano. Decido dar un paseo en lancha por los alrededores pero esa playa de arena blanca me detiene, opto por un chapuzón rápido y paso a descansar en una hamaca aprovechando la sombra de frondosos árboles.Me acompaña Francia Julio, una extrovertida morena que trabaja desde hace 16 años en el hotel y me divierte con sus fantásticas historias cargadas de anécdotas hasta que llega la hora de partir con la promesa de seguir nuestra platica en un próximo viaje porque estoy segura que regresaré...

Son las 4:00 de la tarde, me despido dejando atrás un grandioso atardecer de este paradero preferido por miles de extranjeros ávidos de tranquilidad, sol y mar. Disfruté tanto que siete horas no fueron suficientes. Realmente un pasadía encantador con gente amable y servicial como todo costeño.

Lo que debes saber antes de viajar

¿Qué es?

La Ensenada Cholón es una laguna abierta de aguas cálidas, de color verde esmeralda, en un contexto de montañas majestuosas.

¿Dónde queda?

En las costas de Barú, cerca a la Islas del Rosario, se encuentra este paraíso natural, rodeado de manglares y de hermosas playas de color verde turquesa como Playa Azul, destino único en el país y obligado para cualquier turista.

Planes cercanos

Un escenario natural ideal para practicar kayak, snorkel y natación, disfrutar de una puesta de sol o de un cielo estrellado, pasear en velero por el Parque Natural Corales del Rosario o realizar un recorrido por Caño del Ahorro en medio de un sendero espectacular de manglares.

Distancia

• A 15 minutos en lancha: desde la Ensenada a las Islas del Rosario.
• A 45 minutos en lancha: desde la Ensenada a Cartagena de Indias.
• A 2 horas en carro particular: tomando el puente, vía a Barú.
• A 25 minutos a pie: desde la Ensenada a Barú.
• A 10 minutos en moto: desde la Ensenada a Barú.
• A 30 minutos en lancha: desde la Ensenada a Barú, pasando por el Caño del Ahorro.