Cartagena está llena de leyendas vivientes. No son solo los lienzos de muralla que la rodean, no es solo la Catedral o los monumentos, es la gente que la habita diariamente, que siempre está en el mismo lugar de un parque o que recorre las calles y encaja tan bien con el entorno, que no podemos imaginarnos ese espacio sin ella.
Uno de esos seres mágicos de la Cartagena amurallada es Isidora, palenquera que desde hace 40 años vende sus ensaladas de frutas en las plazas de la ciudad, y que es feliz, brindando una sonrisa a los turistas que desean eternizar su visita con una foto a su lado.
Isidora nació en Palenque hace 66 años, y desde muy joven se trasladó a Cartagena. Aquí hizo su vida, dice ella. Se enamoró, se casó y tuvo sus hijos. Cinco muchachos que hoy le alegran la vida y siguen el camino de trabajo y responsabilidad que ella les ha enseñado.
Durante 40 años, esta palenquera, orgullosa de su raza, ha visto los cambios y las mutaciones de la ciudad. Ahí, sentada, a la sombra de un árbol en la Plaza Santa Teresa, recuerda tanto las épocas de florecimiento de Cartagena, como las menos fructíferas, y se ríe a carcajadas de alguna anécdota graciosa que le ocurrió con un turista, pero que se niega a contar.
“Es mucho lo que se vive” dice esta negra. Aunque pide ayuda para subirse la palangana de frutas a la cabeza, conserva gran parte de la vitalidad de cuando tenía 20 años; de pocas palabras y sonrisa amable, posa con tranquilidad ante la cámara. Isidora es una modelo natural y maravillosa, formada en las calles de Cartagena, donde cada sonrisa y cada mirada, son una postal para el recuerdo.
Deleitate con los sabores de la ensalada de frutas
Los colores y sabores de las frutas, que encontramos en las calles del Centro Histórico, hacen que nos detengamos para probar cada una de ellas. Mangos, ciruelas, patilla, melón y platanito maduro como le llamamos los cartageneros al banano, entre otras frutas tropicales, son solo una parte de esa mezcla de sabores y texturas, que Isidora nos ofrece en sus ensaladas de frutas en las plazas de nuestra bella Cartagena de Indias