Caminando las calles encantadas de Cartagena de Indias

Cuando el sol se oculta, la atención en Cartagena cambia con el potencial de su noche. Cuando estábamos viviendo en Cartagena con nuestros dos niños pequeños y niñeras asombrosas, tuvimos muchas noches donde disfrutamos hasta el amanecer. La gente parece estar "bien vestida" cualquier noche de la semana, en lino hermoso, guayaberas, vestidos para tomar el sol, o algo elegante, dependiendo de lo que habían planeado. Los hombres siempre vestían pantalones (pantalones cortos no es un buen regalo para el turista), y las mujeres lucían siempre preciosas.

Ya sea que la noche comenzara con bebidas en El Barón, un sofisticado bar de cócteles (uno de los mejores de la ciudad) ubicado frente a la iglesia de San Pedro (otro lugar impresionante), o en El Balcón, que está en la Plaza San Diego y tiene una entretenida vista hacia la plaza, sin duda es una buena apertura para la noche.

Entre cada parada, caminar por las calles adoquinadas ofrecía otra vista de Cartagena. Se han ido muchos de los vendedores callejeros (excepto en las zonas fuertemente visitadas), y en su lugar son los comensales elegantemente vestidos. Muchos de los hogares y las tiendas renovadas tienen la iluminación fresca que parece hacerlos resplandecer y es tentador golpear en la puerta y ver si alguna persona sale. La música impregna el aire, ya sea de bandas en vivo en las plazas, o de varios clubes que te invitan a calentar sus pistas de baile.

Me encantó nuestras noches escuchando música en vivo en La Vitrola o escuchar el ambiente sofisticado del restaurante Don Juan. La última vez que visitamos, tuvimos una comida increíble en el restaurante que estaba reabriendo un Lounge Bar. El espacio era increíble y parecía como si Frank Sinatra pudiera pasearse en cualquier momento, mientras la brisa tropical nos acompañaba en un gran ambiente. Estábamos todos muy bien vestidos para la fiesta anual de un amigo y los camareros nos trataron como la realeza. Sin duda un buen lugar para salir y disfrutar - estoy segura de que tendrán una gran fiesta de apertura.

Siempre que tenemos amigos en Cartagena terminamos una noche en el Club Habana. El pintoresco vecindario de Getsemani te recuerda que estás entre los lugareños, y la música en vivo es un encanto para terminar las mejores fiestas. Y, si necesitabas quedar impresionado por cualquier otra cosa, los viejitos bailando la salsa como si estuvieran caminando por la calle son increíbles para ver (o bailar con!) Es por lo general ruidoso, entre todas las personas y los instrumentos, pero es un gran lugar para sentirse transportado, tanto en tiempo y lugar. Independientemente de cómo se sienta acerca de su ritmo de baile, este es un lugar para salir y ser parte de la acción. Una de las mejores cosas del Club Habana: te da la sensación de que el lugar no ha cambiado mucho desde hace 100 años.

Por Laura Herman