Tara Klarr llegó a Colombia en el 2010 al municipio de Santa Ana, Bolívar, ubicado a una hora y quince minutos de Cartagena. Su trabajo voluntario con la fundación internacional WorldTeach Colombia, cuyo objetivo es enseñar inglés en escuelas y universidades públicas para el mejorar el nivel de bilingüismo en nuestro país, la llevó hasta ahí.
Para ese entonces, el único referente de Colombia que tenía Tara era este pequeño municipio, así pues, pensó que el resto de Colombia era igual a Santa Ana. Seis meses más tarde, cuando la nombraron directora de WorldTeach tuvo que trasladarse a Cartagena donde descubrió un mundo por conocer.
Tara cuenta que desde que pisó suelo cartagenero, percibió la buena vibra de la ciudad y la sintió cercana, aún sin conocerla. Ella también ha visitado Bogotá, Manizales, Pereira, Santa Marta y Montería, pero, en su gracioso español explica que el movimiento y la calidez del Centro Histórico es algo único de Cartagena, además de la originalidad de los cartageneros, que nunca pretenden ser nada más que ellos mismos.
Sin embargo, la calidez no sería lo único que La Heroica le tenía preparado a Tara. Aquí también conoció a quien hoy es su esposo, un colombiano de nacimiento, criado en Estados Unidos que comparte con ella el don humanitario. Esta fue una razón más para quedarse a vivir en Cartagena.
Así, se casaron en una ceremonia que según Tara no fue una boda típica de Cartagena, pero fue 'chevere', en la que estuvo acompañada de sus padres, que al venir, al igual que ella, quedaron prendados de la ciudad, cambiando la percepción sobre Colombia configurada por los estereotipos e incluso planean, luego de pensionarse, vivir una temporada aquí.
Tara y su esposo no tienen mucho tiempo libre, pues sus trabajos (ella como docente del Colombo) y proyectos filantrópicos, ocupan gran parte de su agenda, pero cuando pueden disfrutan de una caminata por el Centro Histórico o de un día de playa. Confiesa que aunque no es amante del sol cartagenero, cuando llega a su natal Oregón, el clima la deprime porque es como el de la saga Twilight nublado y de mucha lluvia.
Entre los pasatiempo de Tara, también está preparar asados con chorizo y butifarra con amigos que vienen a visitarla y conocidos de aquí. Le encanta la limonada de coco, el pie de coco, el arroz con coco... todo de coco, dice entre risas.
Tanto a su esposo como a ella, le encanta el vallenato pop de Carlos Vives, Silvestre Dangond y Peter Manjarrés. Alguna vez intentó bailar champeta, algo de tres golpes, pero no le salió.
Finalmente, Tara afirma que le gustaría tener a sus hijos y familia en Cartagena, pues es una ciudad tranquila, segura, y con muy buena onda.