Recorrido por los monumentos de Cartagena de Indias

Todo el que pise el suelo de Cartagena de Indias quedará enamorado de sus hermosas playas, las pintorescas calles del Centro Histórico, la singular gastronomía con platos ejemplares y de envidia internacional como el pescado frito, que deja boquiabierto a los paladares más finos; sus plazas que recrean una ciudad de otra época, las murallas y fuertes que cuentan con la facultad de enlazar los amores más genuinos con la vista del atardecer cartagenero, del arreo de los cocheros por la ciudad que se junta perfectamente con lo moderno y antiguo, en fin, quedar flechado por esta belleza Caribe es una tarea sencilla.

Sin embargo, mi interés va dirigida hacías las estatuas, monumentos y esculturas que se pueden ver en el Corralito de Piedra y que cuentan datos históricos de la ciudad. Ahondar y sumergirse en esta muestra artística es un placer visual y cultiva mis ganas por conocer todo de Cartagena, así que decido hacer un recorrido el domingo y encontrar esas figuras forjadas en bronce, piedra caliza y otros materiales que aumentan el encanto de La Fantástica.

Monumento a Los Zapatos Viejos

Mi trayecto comienza en uno de los costados del Castillo San Felipe de Barajas en el tradicional barrio Pie del Cerro. Aquí, rodeado de casetas con artesanías a la venta, reposan un par de botas de bronce a la espera de los visitantes que vienen a ver los zapatos, los cuales uno está de medio lado, y el otro parado perfectamente encima de su suela.

Llego a las diez de la mañana y veo a muchos guías con grupos de turistas escuchando la historia que está detrás de esta obra. Me contaron que esta pieza cultural es un homenaje al poeta local Luis Carlos López. Él tiene unos versos escritos dedicados a la ciudad haciendo una analogía con unos zapatos viejos. Luego de un rato, le pido el favor a alguien para que me tome la foto tradicional, yo dentro de una de las botas, las cuales por cierto, y ante la duda de alguien, no huelen mal.

Monumento la India Catalina

Luego de 15 minutos con el sol resplandeciente camino por la avenida Pedro de Heredia hasta llegar al Parque Lineal Puerto Duro, ubicado en el Centro Histórico de la ciudad. Aquí la imponente India Catalina se levanta ante la mirada de nativos y turistas. Subo 11 escalones para poder tomar una selfie frente a la escultura del autor Eladio Gil Zambrana que no logro alcanzar a palpar con las manos por lo alto que se encuentra.

La figura es conocida hoy como un emblema de la ciudad, en muchas partes del mundo la erguida indígena es postal cartagenera, razón suficiente para ir a conocerla. Además, en los premios India Catalina es la estatuilla entregadas a los ganadores en cada categoría, así que ver la original es una experiencia que hace hace sentir a cualquiera como una celebridad.

Monumento de los Pegasos

A las 11 de la mañana llego a uno de los monumentos más simbólicos de Cartagena. En los alrededores del Camellón de los Mártires, la Torre del Reloj, la Bahía de las Ánimas, el Centro de Convenciones Julio Cesar Turbay, el Parque Centenario, las embarcaciones que atracan en el Muelle de la Bodeguita, el cordón amurallado, además de todos las personas que cruzan por este punto neurálgico se encuentra el Monumento de Los Pegasos.

El sensacional muelle, hogar de estas figuras mitológicas griegas, es ideal para disfrutar de una tarde viendo el atardecer y comiendo raspao’. Ante la vista de todos parece que solo fueran dos caballos alados, pero al acercarme, hay un tercer corcel pequeño oculto en las costillas del más grande. Esta obra es hermosa por todos los ángulos, el sentido del tiempo se pierde mientras tu mirada queda fija e hipnotizada por las alas que reflejan la influencia de las alegorías europeas en la cotidianidad de Cartagena.

Monumento de Pedro Heredia

A solo unos pasos de los Pegasos y entrando por uno de los arcos del Reloj Público se encuentra la Plaza de los Coches. Discotecas, bares, restaurantes además del olor azucarado que emana directamente del Pasaje de los Dulces hacen de este sitio uno de los mejores que he visitado en mi estadía. Al frente veo en un pedestal al fundador de Cartagena de Indias, Pedro de Heredia.

Su capa, barba larga y mano izquierda empuñando sutilmente su espada son los primeros elementos característicos que veo de la escultura. Diagonal a la figura veo unas palenqueras con las que por supuesto poso al lado de ellas para dejar un recuerdo fotográfico. La escultura tiene una inscripción que dice “Cartagena de Indias a su fundador”. Mientras disfruto de un mango con sal y limón veo los diferentes escudos que componen toda la obra artística y se encuentra allí desde 1925 en este sector turístico de la capital de Bolívar.

Monumento a Gertrudis "La gorda de Botero" 

Al medio día estoy en la plaza de Santo Domingo. Este lugar cuenta con restaurantes al aire libre para que mientras el comensal disfrute de su plato, vea los pomposos glúteos desnudos de la figura reclinada Gertrudis, monumento donado por el escultor colombiano Fernando Botero.

De inmediato al llegar miro que sus partes intimas están desgastadas, pues dice el mito que al tocar los senos de Gertrudis te aseguras un largo romance con tu pareja, y si agarras sus nalgas la suerte estará de tu lado. Mientras estoy admirando de su belleza, los cantos cristianos de la eucaristía de la iglesia Santo Domingo elevan la mística que rodea esta obra de arte. Muchos turistas se aglomeran entre la gorda, y yo me siento en el andén para ver como ella está sonriente al sentirse la atracción principal. Como soy un amante de todas estas figuras, compro unas replicas exactas que venden los artesanos para dejarla en la mesa de centro de mi casa. Hay cientos de monumentos en Cartagena de Indias, pero el tiempo no me alcanzó para verlos todo. Tengo seguro que en mi próxima visita a La Heroica, que no será muy lejana, terminaré de recorrer estas mágicas figuras que también tienen un encanto sin igual.