Dos miradores asombrosos en Cartagena de Indias

La ciudad heroica es famosa por su arquitectura. Sus casas coloniales y el fascinante circuito amurallado que resguardó su Centro Histórico de ataques enemigos en épocas de guerra, son claro ejemplo de las maravillas de esta ciudad.

Impresionantes edificaciones se levantan en Cartagena de Indias , y desde las privilegiadas posiciones con las que cuentan algunas de ellas, se puede tener la mejor vista de este paradisíaco lugar rodeado por playas y toda la magia del Caribe.

El Castillo San Felipe y el convento de la Popa son dos de los atractivos turísticos más visitados en la ciudad, y ambos cuentan con espectaculares vistas panorámicas de la hermosa Cartagena.

Castillo San Felipe de Barajas

Ubicado sobre el cerro de San Lázaro, el colosal Castillo San Felipe fue erigido durante la época de la colonia española, por negros esclavos y militares. Su construcción data del año 1536; gracias a su elevación permitía detectar ataques enemigos y poder reaccionar a tiempo ante cualquier intento de invasión.

Aunque los tiempos han cambiado y las batallas coloniales quedaron en el pasado, aún puede apreciarse la fascinante vista que ofrece a locales y turistas esta maravilla arquitectónica. Hecho de piedra y ladrillos a cuarenta metros sobre el nivel del mar, el Castillo San Felipe se convierte en el lugar ideal para ver los últimos rayos del sol al atardecer y tomar fotos únicas en la cálida Cartagena.

Convento Santa Cruz de la Popa

Sin embargo, para quienes son amantes de las alturas, Cartagena cuenta con otro punto aún más elevado que permite contemplarla en su totalidad; se trata del Convento de la Popa, ubicado sobre el cerro que lleva el mismo nombre. Este es el sitio más alto de la ciudad y el primero que los visitantes divisan al llegar.

La mejor vista panorámica de la heroica se tiene desde este curioso convento, erigido en el siglo XVI en la cúspide del cerro que se levanta 148 metros sobre el nivel del mar, y que por mucho tiempo fue considerado un lugar estratégico para la defensa de la ciudad en épocas de la colonia.

Desde la gran altura del convento se puede observar la ciudad amurallada, los modernos edificios de Bocagrande y la bahía de cartagenera. Además, la arquitectura católica que ornamenta el templo y la elevación del cerro permiten vivir una experiencia que podría llamarse celestial. En el día y la tarde desde las alturas se pude contemplar el cielo, la costa, las edificaciones, la naturaleza, la luz solar reflejada en las aguas del mar; y en las noches un espectáculo luminoso que remite a luciérnagas resplandeciendo en medio de la oscuridad.

La sensación de paz, los paisajes y fotos inigualables son definitivamente la mejor forma de describir la experiencia de conocer Cartagena desde la gran altura de sus edificaciones.